Época de celebraciones, comidas y reuniones. Aunque los que nos incitan al consumismo nos llamen la atención con lucecitas de colores y decoraciones extravagantes, en realidad estas fechas son especiales. La energía que se respira es vibrante, hogareña y muy positiva en general. Casi todo el mundo vibra en una sintonía parecida, así que es un buen momento para pedirle algo al nuevo año que viene, dar las gracias a vuestros Dioses o a las energías tanto por los buenos como por los malos momentos, y proponernos nuevos objetivos.
