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miércoles, 28 de noviembre de 2012

Invocar a los elementos

Algo básico en cualquier ritual es aprender a recurrir a la fuerza de los elementos. Generalmente esto implica colocar un representante de cada elemento en su signo cardinal correspondiente dentro del círculo. Por ejemplo:
  •  Tierra: Guardián de la Atalaya Norte, Arcángel Uriel. El cuadrado en la simbología tattwa. Se representa con la sal, un puñado de tierra, o algún mineral fuertemente vinculado a ésta (p.ej. la turmalina negra).
  • Agua: Guardián de la Atalaya Oeste, Arcángel Gabriel. La luna creciente en la simbología tattwa. Se representa con agua en un recipiente, a menudo agua con sal para purificarla, o algún mineral fuertemente vinculado a éste (p.ej. el aguamarina).
  • Aire: Guardián de la Atalaya Este, Arcángel Rafael. El círculo en la simbología tattwa. Se representa con el humo de una vara de incienso, de un quemador de esencias, una pluma, o algún mineral fuertemente vinculado a éste (p.ej. rosa del desierto).
  • Fuego: Guardián de la Atalaya Sur, Arcángel Miguel. El triángulo en la simbología tattwa. Se representa con una vela encendida, una vara de incienso prendida, una hoguera, o algún mineral fuertemente vinculado a éste (p.ej. ágata de fuego).

Cada mineral tiene sus propias asociaciones, así que lo idóneo sería elegirlo no sólo por su afinidad elemental, sino también por la intención con la que vayamos a hacer el ritual. También hay gente que hace asociaciones animales o totémicas, invocando dragones y salamandras para el fuego, gnomos y trolls para la tierra, hadas y silfos para el aire, y sirenas para el agua. Pero en ese sentido, seguramente la religión a la que estemos dedicados sea la que mande. Si no todos los miembros de tu círculo comparten la misma religión que tú, tal vez deberías optar por representaciones más universales o neutras que no impliquen deidades de ningún tipo.

La llamada a los elementos puede hacerse de múltiples maneras. Además, es recomendable tenerlos representados en cualquier altar. Puede hacerse una pequeña oración individual (lo cual requerirá al menos 4 integrantes dentro del círculo) a los guardianes de las Atalayas cardinales. También puede hacerse haciendo un gesto simbólico, como encender una vela, agitar una pluma, derramar agua o espolvorear la sal. La verdad es que en este punto, el propio ritualista puede darle rienda suelta a la imaginación. En el círculo hemos de sentarnos en el punto cardinal que corresponda a nuestro elemento, y hacer la llamada en sentido horario desde el primero que quiera empezar (hay gente que prefiere empezar siempre con el mismo, pero realmente da igual); o bien saltando entre elementos opuestos.

Nosotros os recomendamos una idea bastante divertida, y es en un estilo bastante wiccano, que es cantando. Esto es algo que lo hará más rápido y que, además, pondrá en la misma sintonía energética a todos los miembros del grupo. Además así, si el número de invocadores es impar, evita que uno de los integrantes del círculo se quede sin hacer la llamada. La idea es que uno de ellos empiece a cantar la melodía de la canción, y uno a uno, se vayan uniendo a la invocación. Incluso si hacéis juegos de voces la energía os recorrerá con harmonía, y sentiréis cómo fluís con todos los demás. Cuando notéis que todos mantenéis el mismo ritmo, id bajando poco a poco la voz, y entonces el primero que empezó a cantar será el primero en callarse, haciendo el proceso inverso, hasta que sólo uno quede cantando y acabe la canción.
¡Que no os de vegüenza cantar! Es más importante mantener el ritmo y tratar de no confundirse en la letra que no hacer unos preciosos gorgoritos ;)

Aquí os dejamos el enlace a Youtube y la letra de la canción en inglés y en español.

The Earth, the Air, the Fire, the Water 
Return, return, return, return(x2) 
Aea, aea, aea, aea 
Aio, aio, aio, aio(x2)
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Agua, Fuego, Aire, Tierra
venid, venid, venid, venid(x2)
 Aea, aea, aea, aea,
Aio, aio, aio, aio(x2)

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