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jueves, 26 de octubre de 2017

Festividades Paganas: ¿Cómo celebrar Samhain?

Durante algunos años he ido subiendo pequeñas entradas sobre algunas de las festividades paganas relacionadas con la Wicca y el calendario celta. Pero esta vez he preferido hacer una entrada genérica  (como una especie de compendio de todo aquello que he aprendido) por cada festividad, con suerte a medida que éstas se vayan acercando. Seguramente algunas informaciones os sonarán de entradas anteriores.


Samhain, Halloween, Sou'en, So-wen... 

Misma fiesta, distintos nombres. Pero lo importante es, que tanto para los paganos como para los profanos, es el día en el que el plano espiritual y el físico están indiscutiblemente unidos. Las Almas de aquellos que han partido vuelven a la tierra y caminan entre nosotros. También es el fin de un ciclo y el inicio de uno nuevo, un momento para reflexionar sobre lo aprendido, valorar nuestras experiencias y dejar atrás nuestras debilidades y malas pasadas.

Según la definición de Wikipedia:
Samhain es la festividad de origen celta más importante del periodo pagano que dominó Europa hasta su conversión al cristianismo, en la que la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre se celebraba el final de la temporada de cosechas en la cultura celtan 1 y era considerada como el «Año Nuevo Celta», que comenzaba con la estación oscura. Es tanto una fiesta de transición (el paso de un año a otro) como de apertura al otro mundo. Su etimología es gaélica y significa 'fin del verano'.Ha sido practicada desde hace más de tres mil años por los pueblos celtas que han poblado toda Europa.En la actualidad Samhain continúa celebrándose por los seguidores de movimientos religiosos neo-paganos, como la wiccan 2 y el druidismo.
De hecho, dada la popularidad que las religiones neo-paganas están cogiendo últimamente, y creo que podemos mencionar especialmente la Wicca; Samhain se está convirtiendo en algo más que una simple fiesta de disfraces. Para muchos significa una etapa de reflexión, confianza en nosotros mismos y en los demás, y de cambios a partir de lo que hemos aprendido este año, tanto de lo bueno como de lo malo. Nuestra vida es como una rueda que gira, y en cada vuelta, siempre tenemos que intentar mejorarla.

La noche de Samhain se da durante la transición del 31 de Octubre al 1 de Noviembre.

Para los paganos, os vamos a dar unos truquitos y nociones básicas para celebrar esta fiesta, tanto si lo hacéis en solitario como en compañía. El cómo lo celebréis o a qué espíritus o deidades llaméis dependerá de vosotros y de la religión que sigáis. Pero, ante todo, tened presente siempre las intenciones con las que trazáis cada círculo o llamáis a cada elemento.

Colores principales:

Los colores de esta festividad son el blanco, el negro y el naranja. Utilizar decoraciones y vestimentas de estos colores suele ser lo indicado a la hora de afrontar un ritual (sea del tipo que sea), o de organizar una fiesta de Halloween en casa.


Fuerzas elementales:

Si trazamos un círculo y llamamos a los espíritus extremos, estaría bien llamar a los cuatro elementos y representarlos de algún modo en el altar. Pero si hay un elemento que esta noche toma fuerza, es el fuego.

Simbología:

Cada cual puede agregar a su altar la simbología que más le guste, o la que esté más relacionada con su religión. También es un buen momento para añadir la representación y las ofrendas de las deidades a las que estemos dedicados. Pero, en cualquier caso, hay algunos símbolos que deberían aparecer sí o sí, mientras realizamos trabajos mágicos. Os daré algunos ejemplos, pero podéis utilizar cualquier cosa que se os ocurra.


La muerte y la oscuridad podemos representarla con una calavera, un trozo de hueso, un esqueleto, el athame, el color negro, etc.

La vida y la luz puede aparecer con la forma de alguna deidad, la llama de una vela, una espiga de cereal, un fruto fecundado, el color blanco, etc.

El otoño, con la hoja caída de un árbol, una rama, una flor seca, tierra húmeda, piñas de pino, etc.

El pentáculo ascendente (del derecho) es un gran símbolo de poder, que representa la integración de los cuatro elementos con la energía akáshica, la evolución personal y el ascenso del alma hacia los estados superiores.

El círculo, que representa el ciclo de la vida que esta noche termina y vuelve a comenzar, de forma infinita.

El renacimiento, puede ser la imagen de un fénix, una pequeña judía plantada en un poco de tierra o sustrato, para que vuelva a crecer.

Piedras y cristales:

Samhain es el cierre de un ciclo (muerte) y el inicio de uno nuevo (vida). Es una fiesta que tiene dos caras, y por ende, llama a la energía de piedras que, en algunos sentidos, son opuestas o tienen propiedades distintas. Tanto si vamos a ponerlas en el altar, como en una red cristalina; tenemos que hacer un ejercicio de concentración personal y comprender que aquí buscamos ver el cuadro desde un punto de vista más genérico. Es una fiesta de reflexión, y por ende, un momento de pensar en todo aquello que queremos cambiar, mejorar o, incluso, eliminar de nuestra vida. Puede que pasemos por un momento un poco duro al traer a la mente todas esas malas experiencias. Pero gracias a estos cristales, toda esta mala energía saldrá de nosotros y, al mismo tiempo, sanaremos y nos llenaremos de una energía limpia, nueva y revitalizadora, para que cojamos impulso a la hora de cumplir y afrontar todos los nuevos propósitos  que nos pongamos este año.

Entre las piedras negras, se recomiendan especialmente la obsidiana, el azabache, la turmalina negra, el hematites y la shungita. Son piedras que absorberán nuestras energías y malas vibraciones, la negatividad y el dolor que hayamos ido arrastrando durante el último año. Hay que tener en cuenta que algunas piedras negras tienen efecto "rebote", así que hay que seleccionarlas con cuidado en base a sus propiedades.

Entre las blancas, el ónice blanco, la labradorita blanca, la selenita, el cuarzo fantasma y el cuarzo turmalinado. Las piedras blancas y transparentes son purificadoras y sanadoras, en su mayoría. Harán un combo perfecto con nuestras piedras negras, encargándose de curar las heridas que quedarán al desprendernos de las malas sensaciones y emociones, aportándonos paz y sosiego durante el proceso.

Entre las naranjas, el cuarzo citrino, el jaspe amarillo, el ámbar, la cornalina, el ágata de fuego, la aventurina melocotón. Una vez despojados de lo malo y sanados, estos cristales nos imbuirán de energía positiva y vibrante, nos darán las alas que nos harán falta para resurgir de las cenizas y emprender un nuevo ciclo con vitalidad, optimismo y ganas de hacer cosas.

Si creamos redes cristalinas podemos alternar cuarzos hialinos y ahumados como eslabones.

Velas:

Las velas blancas atraerán la energía positiva y limpiarán y purificarán el ambiente. Nos ayudarán a encontrar nuestro estado de inocencia, del que partiremos hacia el nuevo ciclo que se inicia. Quemarán la cobardía y la inseguridad, y atraerán a nosotros la verdad, la sinceridad y la esperanza.

Las velas negras representan la entrada en el ciclo oscuro del año: el invierno. En la oscuridad la tierra germina y da comienzo la nueva vida. Quemar estas velas apartará de nuestro nuevo inicio la melancolía, la depresión y la desesperanza; y nos darán control, paciencia, responsabilidad y precaución en el futuro venidero.

Las velas naranjas se asegurarán de que no perdamos este nuevo impulso en el futuro. Atraeremos la motivación y la armonía, y nos ayudará en nuestras tomas de decisiones. Además, llenará la festividad de una contagiosa alegría.

Otras velas, como las marrones o las doradas, están relacionadas con el otoño y la confianza en uno mismo. Si vais a practicar mancias o a usar elementos adivinatorios, se recomienda que uséis velas amarillas para tener claridad de pensamiento y potencian la percepción.

Se recomienda ungirlas con miel antes de prenderlas. También introducirlas dentro de una calabaza tallada, si la hubiera.

Tótems animales:

Los espíritus animales que más poder adquieren en esta festividad son el gato, la lechuza, el búho, la rana, el cuervo, la araña y el murciélago. Es una noche perfecta para sintonizar con ellos y adquirir su sabiduría. Si queréis invocarlos, pueden resultar poderosos aliados durante un viaje astral o una meditación, así como para protegeros dentro y fuera del círculo. Si tenéis alguno de estos animales domesticados, es muy recomendables que los introduzcáis dentro de la habitación en la que vayáis a celebrar la festividad.

Hierbas e inciensos:

Tanto si las utilizáis en forma de fragancias, incensarios, infusiones o como especias en la cena; para esta fecha tan señalada se suele recomendar el sándalo y la mirra, así como el tomillo, la menta, el perejil, el clavo, la albahaca y la lila, o el aroma del lirio.

Tarot:

Podemos incluir en nuestro altar al Arcano número XIII: La Muerte. Su propia definición coincide con la de Samhain: es el momento de terminar ciclos y emprender nuevos caminos, de interrumpir lo que nos hace infelices y de buscar un nuevo renacimiento, de aprender de nuestros errores y buscar un cambio que nos lleve hasta la felicidad.

Comida y bebida:

La calabaza es la gran protagonista de esta historia, y no en vano. Tanto el fruto como sus semillas pueden servirnos para crear ingeniosos platos, cuyas recetas podemos conseguir fácilmente en internet. Es la época de la vendimia, así que las uvas y el vino también entran dentro del menú de Samhain, así como otras bayas propias del otoño.

También los cereales, como el trigo, el maíz o la cebada (también cuentan la cerveza y el pan) son alimentos propios de esta festividad. Se pueden incluir frutos secos típicos de la estación otoñal, como las nueces o las castañas.

Por último, no podemos despreciar la miel y frutas como la manzana o el tomate. Los tubérculos (patatas, zanahorias, nabos, etc.) también están invitados a formar parte de nuestro festín.

Música:



Actividades:

Celebrar Halloween:

Los menos puritanos, y más inclinados hacia la versión comercial de esta festividad, querrán disfrazarse de personajes terroríficos o mágicos, verán películas de miedo, contarán historias terroríficas a la luz de una linterna y saldrán a las calles del vecindario con bolsas para pedir golosinas (es una gran actividad para los niños); o directamente se encerrarán en algún bar o discoteca decorada para la ocasión y beberán hasta perder el conocimiento (algo reservado para los más mayores, claro).

Pero si vamos a celebrar Samhain a la manera celta, seguramente nos quedaremos en casa en compañía de familiares y amigos. ¡Los disfraces y la diversión pueden esperar para después de la cena! ;)

Tallar calabazas:

Una actividad divertida y bastante extendida, es la de recortar calabazas y utilizarlas como lámparas durante la noche de esta festividad. La imagen general es la de tallar malévolas sonrisas o rostros terroríficos. Pero, en realidad, podemos dibujar lo que queramos (o lo que nos permita la habilidad), desde símbolos complejos a cosas muy simples que pueden acompañar a esta fiesta, como pentáculos, runas, triskells, etc.

Hay quienes las compran ya hechas, o en plástico, o a pilas. En sí, no dejan de ser una simbología más, pero obviamente un símbolo adquiere mucho más valor si lo creamos nosotros que si lo compramos sólo para "hacer bonito".

Recordar a los difuntos:

Esta es la noche de los difuntos. Miles de almas fluirán por los cursos energéticos de nuestro mundo. Por ello, se considera una cortesía invitar a los muertos a cenar en nuestra casa y celebrar con nosotros la festividad. Para ello, se debe dejar una vela o luz encendida cerca de la ventana, para que puedan acercarse, y un sitio con un plato vacío en la mesa, simbolizando la presencia de aquel o aquellas almas que vengan del Más Allá. Con esta referencia, recreamos el hecho de estar invitando a un viajero a nuestra casa, de ofrecerle nuestra hospitalidad, y de desearle buena suerte y buen karma cuando se marche de vuelta al plano espiritual.

Mancias:

Podemos aprovechar el fuerte influjo del mundo espiritual sobre el nuestro que habrá durante la noche para practicar las artes adivinatorias. Las que más verán potenciadas su precisión y su poder serán el tarot, los oráculos, la lectura de las velas, la bola de cristal y la lectura del humo del sándalo.

Los que sepan interpretar el fuego y dispongan de chimenea o estufa podrán llegar a percibir cosas que, cualquier otro día, tardarían mucho o no podrían apreciar.

Meditaciones:

Esta noche es muy especial, y probablemente una de las más vibrantes del año. Es de las más indicadas para realizar una meditación, bien usando cualquier método de visualización, o bien utilizando cualquiera de las piedras mencionadas más arriba. Cualquier meditación relacionada con el perdón, la revitalización o la purificación se verá potenciada durante Samhain.

Se recomienda especialmente la visualización del árbol para trazar el círculo de protección.

Invocaciones:

Los espíritus de los difuntos estarán especialmente activos y receptivos durante esta festividad. Si contamos con el suficiente conocimiento y las barreras y amuletos protectores adecuados, podemos realizar la invocación de un difunto dentro del círculo. La forma más clásica es a través de una tabla ouija, pero existen otras muchas maneras.

Estos ritos pueden resultar peligrosos, especialmente si damos con entes contaminados de energía negativa o gólems. Tratad a los espíritus con respeto, no les provoquéis y, ante todo, no les tengáis miedo. Si vais a jugar a hablar con fantasmas, hacedlo con cabeza y responsabilidad.

Ritual del Nuevo Comienzo:

Este sencillo ritual tan sólo requiere de un lápiz o bolígrafo, una mechero, un trozo de papel y un caldero o cuenco de cristal o porcelana (que no sufra con el calor). En silencio, o con música tranquila de fondo, escribiremos en el pedazo de papel (aproximadamente tamaño A5 o cuartilla) todas aquellas cosas que hayamos hecho mal, por las que nos sintamos culpables, o que nos hayan resultado física y/o emocionalmente destructivas o hirientes; durante el año pasado. Mientras lo hacemos, nos concentraremos en todas las emociones negativas que estas experiencias nos han aportado: miedo, rabia, vergüenza, envidia, culpa, arrepentimiento...

Debajo de esta lista, escribiremos los siguientes versos:

"Perdón pido y perdón recibo,
de los seres superiores hacia mí mismx.
Perdón pido y perdón recibo,
para no volver a errar en mi camino.
Perdón pido y perdón recibo,
para levantarme donde he caído.
Perdón pido y perdón recibo,
para aprender de los errores cometidos."

Los repetiremos en voz alta hasta tres veces, mientras cuidadosamente le prendemos fuego al papel y dejamos que se queme completamente dentro del cuenco. Recordad hacer esto sobre una superficie estable y alejada de cosas peligrosamente inflamables.

Mientras el papel se quema, visualizaremos cómo los seres superiores que hayamos invocado (tótems, espíritus, deidades, etc...) nos abren el camino hacia el perdón, hacia los demás y hacia nosotros mismos. Todas esas sensaciones que hemos recordado al escribir se esfumarán como el humo, a medida que las llamas consumen lo que hemos plasmado en el papel. Inspiraremos hondo repetidamente, dejando que las malas sensaciones desaparezcan, concentrándonos en el fuego y en el humo, viéndolo desaparecer al mismo tiempo que todo aquello de lo que nos queríamos desprender. Una vez éste haya ardido del todo, estaremos limpios y listos para volver a comenzar.

Jugar al rol

Jugar al juegos de rol puede resultar de lo más estimulante, especialmente si celebramos esta fiesta en grupo. Pueden plantearse desde partidas de terror a la antigua usanza, hasta utilizarlas para hacer meditaciones más profundas o con simbologías relacionadas con esta festividad. Todo dependerá de la creatividad y la disposición del máster para preparar algo realmente inolvidable.

Hay muchos juegos terroríficos que pueden darnos mucho jugo, como Macadabre: La Brigada de la Malamuerte; La llamada de Cthulhu; Vampiro: La Mascarada, Vampiro: Edad Oscura, Zombie o La Sombra del Rey Demonio.

Para proponer partidas más espirituales, desde aquí recomendamos obras menos conocidas de Mundo de Tinieblas, como Hombrelobo: El Apocalipsis, Mago: La Ascensión o Wraith: El Olvido; que nos permiten interaccionar con los planos espirituales y astrales. Cthulhu: Comedia infernal nos da un aspecto duro y a la vez desenfadado del terror.

Si os van más los juegos de mesa, tenéis como alternativas el Zombicide, Cards against humanity, Black Stories o Los Hombreslobo de Castronegro.

Feliz entrada y feliz salida. ¡Que paséis una noche mágica... y terrorífica!
Bendiciones y nos leemos :3

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