
Este ejercicio puede realizarse solo, o bien con la pareja. Habrá que buscar algún lugar tranquilo donde se esté seguro de que no habrá interrupciones. Para hacerlo más agradable podemos poner música relajante, usar incienso y encender algunas velas rojas aromatizadas que, además, nos darán la luz adecuada.
Acostados sobre una alfombra con las piernas flexionadas y las plantas de los pies apoyadas en el suelo, colocaremos a la altura del chakra sacro tres jaspes rojos en forma de triángulo, situando el vértice superior en dirección a la cabeza. Aspiramos profundamente un par de veces concentrándonos principalmente en la pelvis, y una vez bien relajada esa zona, visualizamos energía en forma de luz roja fluyendo de los jaspes, inundando los genitales y ascendiendo después por la columna vertebral hasta la cabeza. Repetiremos varias veces este ejercicio, hasta sentirnos inundados del calor de esa luz. E ese momento buscaremos imágenes placenteras, relacionadas con recuerdos positivos de nuestro despertar sexual.
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