
Este fenómeno se produce, astronómicamente hablando, cuando la trayectoria de la Tierra alrededor del sol se interpone entre el astro rey y la Luna, arrojando su sombra sobre nuestro querido satélite, ocultándolo de la vista durante unos minutos. En este caso, no obstante, la sombra arrojada por la Tierra sobre la Luna no es total. El resplandor del sol alrededor nuestra se refracta en nuestra atmósfera, reflejando a través de ella un curioso color anaranjado o rojizo, que resalta tenuemente sobre la superficie lunar oscurecida por el eclipse. Por eso la Luna en vez de, simplemente, desaparecer como lo haría en cualquier eclipse total, se tiñe de este color tan característico, quedándose visible para nosotros. Al ser un eclipse de iluminación débil, no existe riesgo por observarlo directamente, y es especialmente llamativo al ocurrir en plena noche. De hecho nosotros pudimos verlo en plena ciudad de Madrid. Sencillamente impresionante.
Esta Luna ha sido especial debido a que ha sido la última de una tétrada de eclipses consecutivos que han tenido lugar estos dos últimos años, con una diferencia de seis meses cada una. La primera fue el 15 de abril de 2014, la segunda el 8 de octubre de 2014, el tercer el 4 de abril de 2015 y finalmente, el de ayer 28 de septiembre de 2015. Las atribuciones supersticiones religiosas, catastrofistas y mágicas que se le han dado a esta Luna tan peculiar, han sido de todos los tipos y colores, la verdad. Desde atribuciones por coincidencias con festividades religiosas (sobre todo he visto wiccanas y judías, entre otras); a las clásicas profecías del fin de los tiempos y a una variopinta lista todos los hechizos y meditaciones posibles para realizar durante esta Luna.
Fijándome especialmente en las tradiciones wiccanas y chamánicas, entre las paganas, he descubierto que al ser una Luna Llena, en concreto la 9ª del mes, esta luna es llamada Luna de la Cosecha. El esbat en sí se considera un momento de meditación, de cierre del ciclo del verano y de preparación para época oscura del año. Supongo que nada mejor que un poco de oscuridad para meditar sobre ella.
Esta Luna ha sido especial debido a que ha sido la última de una tétrada de eclipses consecutivos que han tenido lugar estos dos últimos años, con una diferencia de seis meses cada una. La primera fue el 15 de abril de 2014, la segunda el 8 de octubre de 2014, el tercer el 4 de abril de 2015 y finalmente, el de ayer 28 de septiembre de 2015. Las atribuciones supersticiones religiosas, catastrofistas y mágicas que se le han dado a esta Luna tan peculiar, han sido de todos los tipos y colores, la verdad. Desde atribuciones por coincidencias con festividades religiosas (sobre todo he visto wiccanas y judías, entre otras); a las clásicas profecías del fin de los tiempos y a una variopinta lista todos los hechizos y meditaciones posibles para realizar durante esta Luna.

Hubiera sido genial poder hacer un hechizo o un ritual durante este fenómeno, pero la verdad es que he preferido sencillamente verlo y disfrutarlo rodeada de amigos, durante una noche hermosa y especial... y un poco fría XD. No obstante, diré que es absolutamente recomendable realizar magia en una noche como esta. Energéticamente hablando, esta Luna es muy especial, y al mismo tiempo muy inusual. Hay que tener cuidado con el tipo de hechizos y rituales que hagamos, porque durante el eclipse, la energía va a vibrar de una manera bastante particular, va a ser mucho más fuerte pero con precaución. Energéticamente hablando, esta Luna es muy especial, y al mismo tiempo muy inusual. Hay que tener cuidado con el tipo de hechizos y rituales que hagamos, porque durante los eclipses, la energía lunar va a vibrar de una manera bastante particular, va a ser mucho más fuerte justo antes y después del eclipse (fase de penumbra), y se atenuará y se volverá más vulnerable durante el eclipse en sí (umbra). El eclipse de la Luna de sangre, sin embargo, no sufre este "descenso" energético durante la fase de umbra. Contrariamente, la energía se potencia, y además, cambia radicalmente su vibración.

Al parecer mucha gente considera los eclipses lunares una puerta temporalmente abierta al plano astral. ¡Cuidado! Es posible que los viajes nos lleven a sitios inesperados, o que el mundo espiritual no presente (o incluso no sea) lo que nos esperamos o estamos acostumbrados. Puede que otros seres energéticos desconocidos pululen por él, o que todo adquiera un color y un aspecto diferente, más oscuro, más retorcido. Si vamos a hacer viajes astrales, sería adecuado llevar y tomar las protecciones pertinentes y tener muy en cuenta que el mundo por el que vamos a entrar va a ser distinto, y posiblemente peligroso en algún sentido. Y tened presente que es importante regresar de vuelta a nuestro cuerpo antes de que el eclipse termine.
Una pena no haber aprovechado el acontecimiento energéticamente hablando. ¡Y no volverá a ocurrir hasta el año 2033! Nos tocará esperar unos... ¿18 años?
Vi tu blog por mera curiosidad de una piedra que vi el otro día y me sirvió un montón, gracias. Y respecto a esta entrada recuerdo mucho esa noche, me la pase viendo el eclipse con los viejos binoculares de mi papá, acabándose me entró un dolor muy fuerte en la parte media de la espalda, como un ardor constante fue rarisimo porque antes todo estaba bien y tiempo antes de ello paré de trabajar o pensar mucho en todo lo energético entonces ni idea que fue eso. ¿que podrías creer tú que fue?
ResponderEliminarNo lo sé, no soy médico ni terapeuta. Podría decirte tanto que fue una sobrecarga energética o simplemente que de mirar hacia arriba para ver el eclipse. Yo que tú descartaría motivos físicos antes de pensar en los energéticos.
ResponderEliminar¡Hola Gato! Gracias por tu página y toda la buena onda que le metes. Gracias por compartir tus conocimientos. El 20-21 habrá un eclipse lunar con súper luna a bordo ¿crees que es recomendable cargar cristales? Gracias :)
ResponderEliminar¡Ay, llegué tarde! Sí, claro, siempre es recomendable cargar cristales con los eclipses, especialmente los cristales negros! ¡Un saludo y gracias!
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