Alcanzar nuestras metas en el trabajo y en nuestras relaciones con la familia y los amigos sin dejar de ser nosotros mismos es, quizás, uno de nuestros objetivos más importantes. Este ejercicio puede ayudarnos a conseguirlo.
Encenderemos una vela amarilla y dejaremos que el aroma del clavel vaya impregnando el ambiente. Nos acostaremos, con piernas y brazos estirados (las palmas estarán hacia arriba), y colocaremos una joya que contenga oro (si es sólo de oro, mejor) sobre el chakra del plexo solar.
Mientras nos centramos en la respiración, nos imaginaremos andando por una camino que termina a lo lejos. El día es cálido y los rayos de sol se funden con la luz que emana del oro que llevamos con nosotros. De pronto el camino se vuelve escarpado, hay escollos, nos cansamos. Además, en un momento dado se bifurca. Es necesario que hagamos uso de todas nuestras fuerzas e intuición para seguir adelante y escoger la senda adecuada. Nos imaginaremos superando todas las dificultades y alcanzando la meta con éxito.
Terminaremos el ejercicio con una meditación en la que sustituiremos el camino por nuestras aspiraciones, y los escollos por las dudas sobre nuestras capacidades para llegar hasta el final siendo nosotros mismos.
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