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martes, 5 de junio de 2018

Magia en la Calle XIII: Arte pendular

El arte pendular es aquel que se realiza creando péndulos personalizados (normalmente colgando bocabajo, con ayuda de un trípode, botellas llenas de arena fina o pigmentos), y haciéndolos oscilar al tiempo que dejan caer su contenido sobre un lienzo o tabla grande. El resultado de esto son curiosas formas geométricas de lo más variopintas que responden a las leyes básicas del movimiento pendular armónico simple.

Existe una interesante variante, llamados "péndulos de arena". En este caso, se utiliza un péndulo común (generalmente de madera o metal) y se hace oscilar sobre un plato de arena. En algunos casos también se puede oscilar el plato a la vez que el péndulo para crear diseños más interesantes. Pero lo más típico es el primer caso. Sin duda éste supone un tipo de arte bastante básico (algunos niños lo hacen para las clases de la escuela), y al mismo tiempo bastante sofisticado, tanto de preparar como de interpretar. No obstante, ha resultado en una variada gama de interpretaciones espirituales de dichos dibujos.

Para evitar dudas, este post se refiere al arte creado con péndulos físicos y reales, independientemente del material utilizado. No voy a referirme a los diseños pendulares generados por ordenador u otras vías digitales.

La cuestión que concierne a este post, es que he podido observar en algunos posts de foros, webs y blogs de tumblr; que al arte pendular se le atribuyen ciertas características esotéricas. Por ejemplo, algunas personas afirman que el dibujo resultante nos puede dar una pista de la frecuencia vibratoria de la habitación en la que estamos, o de la persona que sostenga el péndulo antes de soltarlo. Los diseños más redondos y concéntricos mostrarán una frecuencia vibratoria armónica y balanceada (vibración ordenada); mientras que los diseños más afilados, terminados en pico o con tendencia errática, demostrará que la energía de la sala o persona se encuentra en un estado vibratorio alterado o caótico. En este caso, es como si el péndulo fuera un electrocardiograma de nuestro estado energético general.

En este vídeo podemos ver una demostración hecha con pintura. El hombre altera la trayectoria del péndulo varias veces, porque su objetivo es artístico, no esotérico. Para obtener una lectura fideligna del péndulo, no deberíamos tocarlo en absoluto una vez empieza a oscilar.


Empieza sobre el minuto 4:46 

Otra posible lectura puede referirse a la frecuencia impresa en el dibujo. Esto es, si los radios de las espirales están muy cerca entre sí y son muy finos, implica que la energía redundante es de alta vibración, ideal para trabajar a nivel mágico y espiritual. Sin embargo, si estos radios son muy gruesos, están muy separados, o dejan caer borbotones de arena o pintura muy próximos entre sí; es síntoma de una frecuencia vibratoria baja e inestable. He llegado a leer que las manchas grandes que a veces emborronan el diseño final, son síntoma de gólems, larvas astrales o incluso demonios que rondan cerca de nosotros. Si esto es cierto o no, no puedo asegurarlo, aún no he tenido el placer (o desgracia) de jugar con el arte pendular.

Irónicamente, y en contra de lo que me esperaba, no he encontrado referencias a la adivinación con este tipo de arte. En este caso los péndulos no contestan preguntas, y en cierto modo entiendo que se debe a la extrema dificultad de replicar siempre el mismo tipo de oscilación, lo que impide una lectura fideligna de los dibujos finales. Además, para recrear estos dibujos, el péndulo no puede comenzar a oscilar por sí mismos, como sí ocurre con los péndulos adivinatorios tradicionales. En este caso, el péndulo se deja caer desde cierta altura, y dado que es difícil determinar siempre la misma posición, no podría decir que éste fuera una mancia fiable.

La mayoría de los que lean este post creerán (con razón) que las diferencia entre los diseños que surgen fruto de la oscilación del péndulo se deben simplemente a la física, y en parte, al azar provocado por el margen de error consecuente a la falta de control de excesivas variables extrañas que afectan al movimiento del péndulo: desde el tamaño, la altura de la cuerda, la cantidad de pintura, el grado de inclinación desde el que se comienza la oscilación...

Personalmente, yo creo que sí hay una variable energética en ello. Si tenemos un poco de cuidado, probablemente podamos comprobar que, incluso si tratamos de replicar las espirales cuidando los detalles de la oscilación pendular; nos resultará terriblemente difícil repetir el mismo diseño con la misma fidelidad. Las energías influyen en todo, a fin de cuentas, y no descarto la opción de que sean incluso capaces de manifestarse a través de algo tan básico como el dibujo aleatorio de un péndulo oscilando.

A nivel particular, no me fiaría demasiado de los resultados de los péndulos de pintura, ya que la mayoría se realizan con botellas de plástico y pigmentos químicos. En ese sentido, creo que los péndulos de arena son más fidelignos, dentro de lo que cabe, ya que los minerales en la arena, aunque hayan sido refinados y procesados, tenderán a resonar mejor con la energía de la vibración.

Es más, yo apostaría por un péndulo de cristal o metal sobre un plato de arena.





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