En muchas ocasiones nos sentimos desorientados, porque dudamos de nuestras propias creencias. Nos ofuscamos y quedamos paralizados, sin saber qué hacer. Este ejercicio puede ayudarnos a aportar claridad a nuestras ideas.
Nos acostaremos sobre una alfombra, y en primer lugar colocaremos una howlita blanca apuntando hacia el chakra corona. Después, pondremos sobre el entrecejo (chakra del tercer ojo) una amatista, una de las piedras que más favorece la meditación porque refleja el rayo púrpura, uno de los colores regentes del tercer ojo.
A continuación, nos concentraremos primero en la respiración, procurando que sea cada vez más profunda. Cuando empecemos a estar relajados, llevaremos nuestra atención al chakra corona y visualizaremos cómo, al inspirar, una potente luz blanca sale de la howlita y penetra en nosotros a través de la coronilla, recorriendo todos los chakras e inundándolos de una hermosa claridad.
A continuación, nos concentraremos primero en la respiración, procurando que sea cada vez más profunda. Cuando empecemos a estar relajados, llevaremos nuestra atención al chakra corona y visualizaremos cómo, al inspirar, una potente luz blanca sale de la howlita y penetra en nosotros a través de la coronilla, recorriendo todos los chakras e inundándolos de una hermosa claridad.
Al espirar, trataremos de desprendernos de todas nuestras dudas e inseguridades. Nos quedaremos entonces vacíos, sin aire, durante unos segundos, y de nuevo inspiraremos profundamente atrayendo la luz blanca de la howlita hacia nosotros a través del chakra corona. Repetiremos todo el proceso varias veces durante 10 minutos.
Para finalizar, meditaremos unos minutos, centrando nuestra atención en el entrecejo. La amatista nos ayudará, una vez purificados de nuestras dudas, a tener una visión objetiva de nuestros problemas y una comprensión más profunda de nosotros mismos.
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