La vida nos somete periódicamente a situaciones adversas que pueden hacernos adoptar actitudes pesimistas. Este ejercicio ha de servir para librarse de ellas y afrontar el futuro con esperanza y claridad de ideas.
Nos acostaremos en el suelo y colocaremos una esmeralda sobre el chakra corazón (puede servir una esmeralda engarzada en una joya). Una vez que estemos relajados, iniciaremos el ejercicio. Al inspirar visualizaremos una persona, una situación o un paisaje que nos hagan sentir bien. Retendremos el aire unos segundos, tratando de llenarnos de las sensaciones positivas originadas y espiraremos muy lentamente. A continuación, inspiraremos pensando en lo que nos causa tristeza y pesimismo, retendremos el aire y al soltarlo dejaremos ir con él toda la negatividad. Durante los diez minutos siguientes, combinaremos las dos visualizaciones: al inspirar pensaremos en lo que nos produce felicidad y al espirar nos desprenderemos de los pensamientos desfavorables.
Finalizaremos el ejercicio con unos minutos de meditación, tratando de recuperar las sensaciones positivas y recreándonos en ellas.
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