La creatividad no es un don necesario únicamente en el campo del arte. Se trata de una cualidad que, si sabemos desarrollarla, puede enriquecer de forma maravillosa nuestras vidas.
Recomendamos realizar este ejercicio por la mañana. Acostados en el suelo, apoyaremos la cabeza en un libro para conservar la alineación de la columna. Las piernas estarán estiradas, con un cojín bajo las corvas a fin de evitar posibles tensiones en esa zona. Pondremos cinco aventurinas rojas sobre el chakra sacro, formando una roseta (una en el centro, y cuatro alrededor de ella).
Con los ojos cerrados, trataremos de armonizar y profundizar la respiración, inspirando y espirando por la nariz. En un estado mental más calmado, iniciaremos el ejercicio. Mientras seguimos centrados en la respiración, visualizaremos los cristales de la roseta. Trataremos de captar mentalmente todos sus detalles, su pureza, su brillo y, sobre todo, la belleza de su vital color rojo. Manteniendo estas imágenes, dejaremos vagar libremente nuestro pensamiento, sin juzgar, sin controlar, simplemente permitiendo que las ideas fluyan.
Al terminar, rescataremos las imágenes que más nos hayan impactado, y trataremos de recrearlas a lo largo del día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario